Las puertas automáticas han transformado la manera en que accedemos a diferentes espacios en nuestra vida diaria. Desde centros comerciales y hospitales hasta oficinas y edificios residenciales, su comodidad y eficiencia nos facilitan el día a día.
Precisamente porque son esenciales para nuestro confort, debemos saber cómo evitar accidentes con puertas automáticas. Por eso hoy te traemos una guía con consejos prácticos para mantener tu puerta automática en perfectas condiciones, prevenir contratiempos y garantizar la seguridad de todos.
Entendiendo el riesgo: ¿por qué ocurren los accidentes?
Para prevenir, primero hay que entender. La mayoría de los accidentes con puertas automáticas son el resultado de fallas técnicas o del uso inadecuado. Las causas más comunes son:
- Sensores de seguridad defectuosos. Si el sensor que detecta la presencia de una persona u objeto no está calibrado correctamente o está obstruido, podría no detectar un obstáculo a tiempo, causando un accidente.
- Falta de mantenimiento. La falta de revisión o una lubricación inadecuada pueden acelerar el desgaste de la puerta y sus componentes, generando atascos, ruidos extraños, que la puerta se detenga bruscamente, y con estos riesgos aumenta la probabilidad de lesiones o daños a la propiedad.
- Mal uso. Tratar de detener la puerta con la mano, pararse justo en el área de apertura/cierre, poner piedras o cosas para obstruir el mecanismo son acciones que aumentan el riesgo de accidentes.
Guía para prevenir accidentes con tu puerta automática
El secreto para tener una puerta automática segura y funcional no está solo en cómo la usamos, sino en cómo la cuidamos. Aplicar estas recomendaciones puede hacer una gran diferencia y ayudarte a evitar accidentes, protegiéndote a ti y a los que te rodean:
Siempre mantén la distancia
La zona de seguridad no es un lugar para detenerse. Mantén una distancia prudente del área de apertura y cierre de la puerta para darles a los sensores de seguridad el tiempo necesario para reaccionar y evitar que la puerta se cierre accidentalmente sobre alguien. Para ayudar a los clientes a respetar esta zona, considera colocar señalizaciones que indiquen claramente dónde deben permanecer.
¡No la fuerces!
Si la puerta se detiene o no se abre, no intentes forzarla con la mano ni empujarla, ya que esto podría dañar el mecanismo y provocar un accidente. Lo mejor es esperar unos segundos ya que a veces los sensores necesitan un momento para reaccionar, por ejemplo, después de una variación de voltaje.
¡Cuidado con los peques y las mascotas!
Los sensores de las puertas automáticas son muy útiles, pero están diseñados para detectar a una persona de estatura y peso promedio. Es importante saber que a veces no detectan a los niños pequeños o a las mascotas, lo que podría hacer que la puerta no se abra a tiempo o, peor aún, que empiece a cerrarse.
Asegúrate de que niños pequeños y mascotas estén siempre bajo supervisión cuando estén cerca de la puerta. Sostenlos de la mano y evita que corran o jueguen en las proximidades de la puerta. Aunque los sistemas de seguridad están diseñados para proteger, siempre es mejor prevenir.
Mantenimiento preventivo: anticípate a las fallas
Para mantener la puerta en buen estado es indispensable que la cuides. Esto incluye limpiar los sensores para que no haya polvo o suciedad que interfiera con su funcionamiento, revisar los rieles y lubricar las piezas móviles para que la puerta se deslice sin fricción ni ruidos extraños. Este tipo de cuidado no solo ayuda a evitar accidentes y fallas inesperadas, también prolonga la vida útil del sistema.
Revisión profesional periódica
Aunque el mantenimiento básico es muy útil, es muy importante que un técnico especializado revise la puerta al menos una vez al año, especialmente si se trata de una puerta automática de negocio. Ellos pueden detectar desgastes en componentes internos, ajustar la velocidad de cierre y asegurarse de que todos los mecanismos de seguridad, como los sensores de inversión de movimiento, estén funcionando perfectamente.
Señales de alerta: ¡Escucha a tu puerta!
Tú también puedes ser un buen detector de problemas. Si escuchas ruidos extraños cuando la puerta se abre o se cierra, o si el movimiento es más lento de lo normal o se detiene bruscamente, ¡es hora de actuar! Estas son señales de que algo no está funcionando bien y es momento de llamar a un profesional para que la revise.
Siguiendo esta guía, podrás disfrutar de la comodidad de tu puerta automática sin preocupaciones. La seguridad debe ser siempre la prioridad, especialmente si tienes un negocio con muchos visitantes, y con estos pasos podrás mantener tu puerta funcionando perfectamente y con el mínimo de riesgos.
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